De caras lisas, suaves, por fuera. Por dentro definido, de estructura homogénea, constante.
De colores, transparente. Natural, sintético.
Valioso, caro, raro, único. Pequeño, gigante.
Cristalino, amorfo. Con clivaje, maclado.
Duro, frágil. Talco, diamante, extremos.
Refractor, brillo. Reflejo, centro, simetría.
Así es un CRISTAL.
Así soy YO. Te invito, deslumbrate…

domingo, junio 01, 2008

RECICLAJE


No hay nada como un nuevo comienzo. Nada se compara con la energía que vuelve a fluir y se instala en todas las acciones. Es un momento de doble adrenalina porque esta vez no existen las sorpresas de la primera, ni los mundos desconocidos, ni los pasos hacia lo que no podemos imaginar.
La segunda vez hay plena conciencia de los actos, hay un saber escondido, un deja vu permanente. Lo que cambia es la intención, la forma en que nos paramos de la otra vereda y miramos con la seguridad de que los mismos errores no serán parte de este presente. No habrá llanto ni amargura esta vez.
Un nuevo comienzo es como una píldora antiage, una inyección que te hace retroceder diez años en un parpadeo. Te sentís poderoso, capaz de todo, casi un dios que acaba de crear. Te mirás al espejo con satisfacción y te ves completo, adulto. La madurez es lo más importante y no hay victoria sin comprenderlo.
Y cuando esta verdad es revelada no se puede volver atrás. Un reino se extiende por delante, uno propio, amplio, inmenso: el de lo posible.
SANDRA 1/6/2008