De caras lisas, suaves, por fuera. Por dentro definido, de estructura homogénea, constante.
De colores, transparente. Natural, sintético.
Valioso, caro, raro, único. Pequeño, gigante.
Cristalino, amorfo. Con clivaje, maclado.
Duro, frágil. Talco, diamante, extremos.
Refractor, brillo. Reflejo, centro, simetría.
Así es un CRISTAL.
Así soy YO. Te invito, deslumbrate…

miércoles, octubre 14, 2009

NOSOTROS


¿Cuanto tarda la lágrima en recorrer la mejilla? Acaso la misma eternidad que la mentira en ser digerida.
La mentira dicha una y otra vez es un abismo interminable, una caída continua de la que es imposible remontar.
La lágrima y la mentira lo erosionan todo. Corrompen el equilibrio y al final no queda nada. Sólo un cráter humeante, un colapso sin sentido.
La lágrima tapa la mentira como un grito que ensordece. Pero la mentira se resiste y alza aún más su voz. El eco rompe la lágrima que al final se desvanece y la mentira cree haber ganado la batalla.
Pero la lágrima no se ha ido, permanece agazapada, oculta, derrotada. La mentira la ignora, la debilita con indiferencia. La somete sin piedad al juego cruel del devenir.
La lágrima se va muriendo ahogada en su pena y un día cualquiera no vuelve a brotar. La mentira la contempla desaparecer. Y sobre la cima del mundo, casi con regocijo, observa los despojos de su conquista.
SANDRA 13/10/2009