sábado, abril 23, 2011
ABRACADABRA
Ya no te busco en la pantalla ni espero que el asterisco rojo me anuncie tu presencia. No cierro los ojos para recordar como se siente estar sobre tu piel.
No ansío escucharte ni saber que hiciste durante el día.
No me pregunto que habrás comido o si las cosas te salieron como las planeaste.
No imagino tu despertar ni presiento tus más profundos deseos.
No salgo por la ventana a un encuentro fugaz ni dejo volar mis fantasías deseando que las hagas realidad.
No espero palabras que nunca podrás pronunciar ni momentos que no te atreves a compartir.
No estas en mis sueños ni en mis visiones del futuro. No te percibo. De pronto desapareciste.
SANDRA 23/04/2011
jueves, abril 14, 2011
CONFESION
Me mata el silencio cuando me miras y tus ojos
me penetran sin que te surja ni una sola palabra.
Que me sonrías como siempre, como si acá no ha pasado nada, como si realmente no te importara.
El aire gélido cuando nos quedamos solos y casi no se puede respirar. No entender que pasa cuando hablamos de todo sin hablar de nada.
Presentir que no sirven los esfuerzos, que así estas cómodo, seguro, a salvo.
Saber que no me cumplirás los deseos, que nunca podré saciarme de vos.
Todo eso me mata. Y más.
SANDRA 14/04/2011
lunes, abril 04, 2011
CELADA
No hiciste nada, no dijiste nada, ni siquiera cambiaste la expresión con la que siempre me miras.
Entraste sonriente, distendido. Basto verte para que ya no existiera nada más.
En esa fracción de segundos que duró la inconciencia, me pregunté porqué nunca hablas conmigo. Si sólo a vos te puedo decir lo que me está pasando, que se me acelera el pulso cuando estas cerca y apenas logro contener las ganas de comerte a besos.
No lo vi venir, ni siquiera imaginé la catástrofe detrás de la sonrisa. Estaba concentrada en el encuentro, en el regalo que tenía en la cartera y quería darte esa noche.
No me lo esperaba, no así, sin advertencia. Si habíamos hablado de lo importante que somos el uno para el otro, de la vida que compartimos y los afectos que nos unen. Si parece tan fácil, pero no.
Se me heló la sangre y la noche se hizo interminable. Quería irme, desaparecer. Pero las piezas estaban en movimiento desde hacía mucho tiempo.
No tuviste que hacer nada, que decir nada, ni siquiera dejar de mirarme. Sólo hiciste tu mejor jugada.
Jaque mate.
SANDRA 4/04/2011
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