miércoles, julio 04, 2012
ALBEDRÍO
Me pedís que no te detenga casi con desesperación, como si una palabra mía fuera suficiente para contener toneladas de deseos puestos en movimiento.
No voy a hacerlo porque es tu decisión, porque el sismo bajo tus pies no quiere ser aplacado. Podría devorarte pero entonces se acabaría el juego y la soledad nos consumiría hasta los huesos.
Los dos cargamos el mismo sueño que a veces agoniza y otras nos eleva. El mismo tormento que se distrae y nos concede una tarde de libertad.
No hay a donde ir, sólo un mundo pequeño escondido en las sombras de nuestras vidas separadas.
Nuestro tiempo no se mide, se disfruta, los segundos se vuelven eras y se eternizan.
Así lo hemos decidido, sólo así, para amarnos.
SANDRA 4/07/2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)