La noticia se expande como la onda de una explosión y en segundos recorre todo el planeta.
Es oficial: hemos sido invadidos por un virus nuevo.
La pesadilla ha comenzado y desde este momento nada volverá a ser como antes. Todos cambiaremos, todo cambiará. Lo fácil sera ahora imposible, lo habitual un recuerdo, lo bello un anhelo.
Los días se escurrirán uno tras otro, como latidos de un corazón al galope. Y no habrá tregua, ni tiempo para el consuelo, ni pausa para adaptarse.
Esta vez evolucionar sera una decisión que no podremos consensuar ni con nosotros mismos.
Mi cuerpo es mi arma secreta. Lo expongo a la locura con la esperanza de que resista. Lo preparo para las batallas que no podré eludir, para esta guerra que aun no ha sido escrita.
Ya voy sintiendo el vacío de los que quedaran en el camino.Y me llenaré de cicatrices de heridas a las que no podré ponerles nombre.
Pero mis incursiones interiores serán mi salvación, mi premio por tanto esfuerzo desmedido, el único viaje posible a mis deseos, a la libertad.
SANDRA 24/11/2020