De caras lisas, suaves, por fuera. Por dentro definido, de estructura homogénea, constante.
De colores, transparente. Natural, sintético.
Valioso, caro, raro, único. Pequeño, gigante.
Cristalino, amorfo. Con clivaje, maclado.
Duro, frágil. Talco, diamante, extremos.
Refractor, brillo. Reflejo, centro, simetría.
Así es un CRISTAL.
Así soy YO. Te invito, deslumbrate…

jueves, noviembre 27, 2008

DESOLACIÓN



Los héroes nos han abandonado. La ciudad se hunde en un pantano infinito que parece no tener fondo. Sus habitantes deambulamos sumidos en las toxinas de nuestra propia desidia. Confundidos en tumultos hemos perdido el rumbo y hasta nos hemos olvidado que venimos de una misma historia. Los mitos que alguna vez llenaron las calles no son más que polvo que enturbia el aire y lo hace cada vez más denso, más insoportable. Los límites se han diluido y ya no respondemos a ninguna convención, ni siquiera a las más simples.
El sol nos atraviesa apenas y nadie encuentra su lugar. Los roles son barridos por remolinos prepotentes que intentan imponer un orden nuevo, incomprensible.
Tal vez esta ciudad sea como cualquier otra pero cuesta creer que el mundo entero haya sucumbido a la indiferencia. Será que nuestros héroes se cansaron de arengar masas deformes y se fueron de este plano dejándonos desvalidos.
Quizás se escuche alguna voz que nos devuelva la frescura y las calles respiren otra vez.
Quizás alguno de los héroes escapados añore el sabor dulce de ser leyenda urbana y regrese victorioso del exilio. Y entonces, tal vez, recordemos que la identidad no es una cuestión de clases ni de banderas: es lo que nos define y nos da la pertenencia.
Y en este acto involuntario de conciencia colectiva podamos rescatarnos y renacer.
SANDRA 26/11/2008

1 comentario:

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Feliz de tenerte aqui de vuelta, devuelta y dada vuelta!

Un verdadero lujo tenerte como alumna.