De caras lisas, suaves, por fuera. Por dentro definido, de estructura homogénea, constante.
De colores, transparente. Natural, sintético.
Valioso, caro, raro, único. Pequeño, gigante.
Cristalino, amorfo. Con clivaje, maclado.
Duro, frágil. Talco, diamante, extremos.
Refractor, brillo. Reflejo, centro, simetría.
Así es un CRISTAL.
Así soy YO. Te invito, deslumbrate…

domingo, mayo 06, 2007

NO ESTOY



Hoy no estoy. No estoy para nadie.
Me caí en mi precipicio, en mi propia eternidad.
Me fui del mundo a otro mundo donde no soy nadie,
nada: despojos, vacío.
No es por vos que tenés tu propia forma de amarme. No es por lo nuestro que nunca resulta, ni siquiera cuando nos esforzamos.
Es por eso y algo más. Es por vos, por mi, por nosotros, por el esfuerzo que no debería ser.
¿Qué es un amor en el que hay que esforzarse?
No estoy porque ya no me siento fuerte, me veo y no me encuentro. No soy bella, no soy alta, sólo soy una mujer que ama más allá de todo riesgo, de toda posibilidad de error.
¿Pero cuál es el error en este amor?
Es desafiar lo desconocido para que desaparezca.
Es ser fuente de energía y de poder sabiendo que no hay disfrute, sólo obligaciones.
Es soñar cada día con el momento de verte, esperarte todo el tiempo y no poder alcanzarte nunca.
Cada noche sueño que mañana será el día, cada día me imagino que ésta será la noche.
Pero el día y la noche añorados nunca llegan y así el tiempo se desplaza hacia adelanta, hacia la nada, hacia la muerte. Cubre nuestros cuerpos de señales decadentes y yo quiero taparlas, deshacerlas, esconderlas para que no afecten nuestro amor.
Y nuestro amor ya está maldito por el enojo que nos persigue sin descanso, por la soberbia que nos come hasta los huesos.
Cuando quiero volar a tus brazos no los encuentro. Me caigo, me hundo, estiro las manos para que me atrapes pero no estás. Y sigo ahí cayendo mientras mis ojos te piden ayuda. Mi cuerpo se marchita, se agota, estoy tan débil que no puedo desaparecer.
Pero hoy decidí no estar, no estar para vos ni estar para mi. Simplemente morí.
Porque mis intentos por vivir son yermos, mis desvelos por hacerte feliz me llevan a estar más sola, mi amor es una carga que me aplasta el pecho y no me deja respirar. Tu amor es un premio que no puede ganar, ni siquiera mereciéndolo.
Por eso no estoy, no quiero estar, no se ya cómo.
SANDRA 6/5/2007

No hay comentarios: