De caras lisas, suaves, por fuera. Por dentro definido, de estructura homogénea, constante.
De colores, transparente. Natural, sintético.
Valioso, caro, raro, único. Pequeño, gigante.
Cristalino, amorfo. Con clivaje, maclado.
Duro, frágil. Talco, diamante, extremos.
Refractor, brillo. Reflejo, centro, simetría.
Así es un CRISTAL.
Así soy YO. Te invito, deslumbrate…

viernes, mayo 18, 2007

CONJURO DE VOS



Vení, sentate conmigo, un rato, vamos a unir recuerdos con mimos y besos con palabras, a ver que sale. Acá, cerquita, mirándonos. Al alcance de mis manos que quieren adivinarte, frente a mis ojos que te acarician cada gesto.
¡Tu cabello es tan suave!; cortito, mis dedos apenas se enredan en él. Me dejan tu nuca expuesta, para frotarla, mientras te pido como deseo.
Si me mirás así me voy a convertir en helado, para derretirme, mientras me comés.
Ya vamos contando los años y la pasión no nos ha abandonado. Seguimos unidos en el placer de complacernos, de saciarnos, como si tuviéramos sed, de dos.
Tu boca me desafía, absorbe mis palabras y las responde con besos. Besos de amante posesivo, poseedor de mi amor.
Tus manos se tientan con mis formas, me describís sobre mi piel, me dibujás tus ganas, para que te complete con las mías.
El abrazo es inevitable, y ya no quiero hablar , ni recodar, ya no puedo más que sentirte, dentro de mi, sobre el suelo, sin control, sin tiempo.
Te entrego mi energía para que me la devuelvas convertida en un torrente interminable de vos mismo; de mi, de nosotros, mezclados, aturdidos, a los gritos.
Y te conjuro, a ser mi hombre, para siempre.
SANDRA 18/5/2007

miércoles, mayo 16, 2007

POSTALES DE INFANCIA





Tuve una hamaca de madera, esas de dos asientos enfrentados que se mueven en bloque. Estaba debajo de un parral inmenso que abarcaba todo el patio.Volví al lugar muchos años después y las dimensiones se me achicaron, o fui yo la que creció, no podría asegurarlo. Porque los olores me llevaron para atrás y me vi en la hamaca, con mi mama y mi hermano, debajo de la parra que estallaba de racimos maduros, el sonda soplando fuego y mi papá que silbaba desde la puerta para anunciar que ya estaba en casa. Y es que hace 40 años vivimos perdido en las montañas de Aimogasta.
Tuve una muñeca de trapo que recibí en alguna ocasión imposible de recordar. Mi hermano decía que era de él. Jugábamos compartiéndola pero en las noches se la llevaba a la cama y se dormía con ella como si realmente le perteneciera. Donde se originó la confusión, es un misterio. El caso es que sin que me diera cuenta la fui perdiendo, de a poco, hasta que un día cambió de dueño sin mi aprobación, ni la de ella.
Tuve un dije del principito que le compró mi papá a algún artesano callejero. Me lo dió una noche cuando volvió del trabajo. Era de metal plateado, pero tenía el cabello negro. Siempre me he preguntado porqué se le ocurrió regalármelo. Con el correr de los años la vida me hizo otro regalo y tuve un hijo de cabello oscuro y ojos verdes, mi propio principito.
Tuve un pulóver que me tejió mi mamá, de lana suave color miel, punto garbanzo. Era demasiado largo para mi estatura pero ella tejía así, la ropa grande cómo queriendo abrigarnos más. Lo usé tantos inviernos que algunos hilos se abrieron y se lo llevé para que lo cosiera. Fue compañero de viaje casi toda mi vida, desde vacaciones familiares al sur del río Colorado hasta la Antártida, complementando el equipo reglamentario. Todavía lo conservo, en una bolsa de plástico, en el placard del lavadero, junto a la ropa que ya no uso. Es que fue parte de mi infancia, igual que la hamaca de madera que se hizo astillas en tantas mudanzas o la muñeca de trapo que se perdió en alguna, o el dije del principito que conservo en un cajón para contarle la historia a mi hijo cuando crezca.
SANDRA 16/5/2007

domingo, mayo 06, 2007

NO ESTOY



Hoy no estoy. No estoy para nadie.
Me caí en mi precipicio, en mi propia eternidad.
Me fui del mundo a otro mundo donde no soy nadie,
nada: despojos, vacío.
No es por vos que tenés tu propia forma de amarme. No es por lo nuestro que nunca resulta, ni siquiera cuando nos esforzamos.
Es por eso y algo más. Es por vos, por mi, por nosotros, por el esfuerzo que no debería ser.
¿Qué es un amor en el que hay que esforzarse?
No estoy porque ya no me siento fuerte, me veo y no me encuentro. No soy bella, no soy alta, sólo soy una mujer que ama más allá de todo riesgo, de toda posibilidad de error.
¿Pero cuál es el error en este amor?
Es desafiar lo desconocido para que desaparezca.
Es ser fuente de energía y de poder sabiendo que no hay disfrute, sólo obligaciones.
Es soñar cada día con el momento de verte, esperarte todo el tiempo y no poder alcanzarte nunca.
Cada noche sueño que mañana será el día, cada día me imagino que ésta será la noche.
Pero el día y la noche añorados nunca llegan y así el tiempo se desplaza hacia adelanta, hacia la nada, hacia la muerte. Cubre nuestros cuerpos de señales decadentes y yo quiero taparlas, deshacerlas, esconderlas para que no afecten nuestro amor.
Y nuestro amor ya está maldito por el enojo que nos persigue sin descanso, por la soberbia que nos come hasta los huesos.
Cuando quiero volar a tus brazos no los encuentro. Me caigo, me hundo, estiro las manos para que me atrapes pero no estás. Y sigo ahí cayendo mientras mis ojos te piden ayuda. Mi cuerpo se marchita, se agota, estoy tan débil que no puedo desaparecer.
Pero hoy decidí no estar, no estar para vos ni estar para mi. Simplemente morí.
Porque mis intentos por vivir son yermos, mis desvelos por hacerte feliz me llevan a estar más sola, mi amor es una carga que me aplasta el pecho y no me deja respirar. Tu amor es un premio que no puede ganar, ni siquiera mereciéndolo.
Por eso no estoy, no quiero estar, no se ya cómo.
SANDRA 6/5/2007

viernes, mayo 04, 2007

DAMIAN




Dibujando Juntos
Te leo cuentos para que duermas,
te hago cosquillas para despertarte.
Te mimo de pies a cabeza porque esa piel de
cristal no merece nada menos.
Me enredo en tus juegos para ver el mundo desde tu altura y te llevo en andas para que sepas que podés estar a la mía.
Si me enojo me arrepiento, si me equivoco no me lo perdono.
Me esfuerzo en ser mejor para que crezcas con el horizonte amplio aunque mis miedos son gigantes, pero disimulo.
Y es que este recorrido lo estamos trazando juntos, como uno de tus dibujos, sin formas aun definidas.
MAMA 11/04/2007



La primera conquista
Como salida del desierto
me esperaba sobre la mesita de luz.
Igual que vos, que desde la puerta
me lo anunciaste con vocecita de cereza.
Tus esmeraldas lo irradiaron todo cuando
la sorpresa se me convirtió en un rubí fragante y aterciopelado.
La conseguiste solito con ese aire seductor que heredaste de mi, sin dudas. Y es que tus cinco años
no te impiden ser un principito, un conquistador.
MAMA 11/04/2007


Carta de amor a Damián
A veces pienso que las palabras exactas para definir este amor no se han inventado todavía.
Este es un amor que nació conmigo, que se gestó dentro de mi y se quedó dormido, esperando.
Todos esos años de soledad y búsqueda, invocándote, fueron un largo camino para llegar a vos. Tuve miedo, desesperanza, me sentí yerma, vacía. Pero justo a la mitad de todo llegaste para hacerme comprender mi propia esencia y mi motivo de existir.
Te soñé siempre. Imaginé tu cara sonriente llenando mis días, tu pelo oscuro lacio como el mío y tus ojos verdes en una piel dorada y suave como un cristal de pirita.
¿Que hubiera sido de mi si tus manos no me hubieran tocado por dentro?
Dicen los poetas que las mujeres estamos hechas para amar, y no se equivocan. Pero solo conocemos la profundidad de este verbo si estamos completas.
Cuando tus esmeraldas me reconocieron florecí con solo verte, aunque era abril. La angustia de recibirte sola, la ansiedad de haber sido yo misma, de haberte concebido a mi manera tan solo desaparecieron al sentir tu calor.
Mi recuerdo más preciado es el de nuestra primera noche juntos, todo vos sobre mi pecho, tu corazón latiendo fuerte, mi cuerpo cambiando para ser tu alimento. Tu olor se quedó impregnado en mi memoria.
Tuviste que ser vos, principito, quien me reconciliara con los hombres.
Me diste la fuerza para ser adulta, la impaciencia de verte crecer para salir a la vida , la soberbia de saber que no pasare por este mundo sin dejar mi estela.
MAMA 15/03/2007