De caras lisas, suaves, por fuera. Por dentro definido, de estructura homogénea, constante.
De colores, transparente. Natural, sintético.
Valioso, caro, raro, único. Pequeño, gigante.
Cristalino, amorfo. Con clivaje, maclado.
Duro, frágil. Talco, diamante, extremos.
Refractor, brillo. Reflejo, centro, simetría.
Así es un CRISTAL.
Así soy YO. Te invito, deslumbrate…

domingo, agosto 05, 2007

ROLES

Tus ojos verdes me gritan las respuestas y yo ni siquiera me atrevo a hacer las preguntas.
Tus manos siempre han sido grandes para protegernos a los dos. Te enfrentás a mis demonios como si fueran parte de tu herencia y los hacés huir, derrotados.
Me abrazás y me pedís que no llore. Y te hago caso, como volviéndome niña. Apoyo mi cabeza en tu pecho y me refugio, lejos del mundo, encogida.
Te veo crecer sin la pausa del disfrute porque no tengo tiempo de detenerme en tu niñez y contemplarte. ¿Cómo hago para criarte sin heridas, si yo misma me flagelo? ¡Si al menos pudiera elevarte para que mis penas no te toquen!
Tu sonrisa me devuelve la calma después de las tormentas. Me voy a tu orilla y reposo. Vos me mirás y comprendés, sin palabras, sin esfuerzo.
Un día tomarás tu propio camino y te veré partir, sin despedidas. Nunca sabré si fui justa, pero te llevarás de mi lo bueno y lo malo en partes iguales.
Y será mi legado sin que pueda evitarlo. Y tu felicidad será siempre mi destino.
MAMA 5/8/2007

2 comentarios:

alina dijo...

He pasado por aquí,sin prisa y sin pausa como dije. Qué sentido es este texto, qué linda carga tiene.

Saluditos,
ALU

Crispín dijo...

Tenés razón Sandra: me llegó muchísimo el texto. Es imposible leerlo sin que las palabras no se te vayan clavando en la carne.
Tiene mucha angustia, pero una angustia hermosa y esperanzada; como un paisaje durante la última hora de lluvia.
Gracias por compartirlo.